En el marco de la conmemoración del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo declarado por unanimidad el 2 de abril por la Asamblea General de la ONU, la diputada local Emma Lisset López Murillo recordó la necesidad de implementar políticas públicas para mejorar las condiciones de vida de las personas y familiares con miembros con el Trastorno del Espectro Autista (TEA), sobre todo hoy que la celebración llega en medio de una crisis sanitaria que genera un riesgo también para las personas con este padecimiento.

Para respetar los derechos humanos de niños, niñas y personas adultas con autismo, así como la inclusión, López Murillo recordó que desde la XLIII Legislatura del Estado ha venido realizando una serie de acciones en pro de dichas personas, como los foros con familias, asociaciones civiles,  especialistas y autoridades; exhortos al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para que especifique en su encuesta esta condición; y  un censo propio, ya que no se cuenta con base de datos para Zacatecas y que hasta el momento se tienen contabilizados 184 personas.

Además, con respecto a la Ley de Autismo para Zacatecas propuesta en diciembre pasado, la legisladora refirió que está en revisión en la Comisión de Salud de la Legislatura y se espera que sea dictaminada en este período para poder garantizar a las personas y familias con miembros con esta condición, una mejor calidad de vida.

López Murillo recordó igualmente que se etiquetó en el Presupuesto de Egresos del Estado un millón de pesos para comenzar con un programa piloto que busca capacitar a médicos de todo el estado en el diagnóstico del autismo, así como a madres y padres de familia y maestros para que tengan herramientas y tratar con esta condición tanto en los hogares como en las aulas. Y que hasta el momento se tienen ya 30 niños registrados para el diagnóstico y 12 más ya diagnosticados para su seguimiento.

Finalmente, la diputada hizo un llamado a tomar conciencia, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), por cada 117 nacimientos en el mundo, un niño es diagnosticado con autismo y las cifras pueden ir en incremento. Además porque con la presencia de la pandemia del Covid-19, las redes de apoyo pueden colapsar y aumentar los obstáculos a los que se enfrentan las personas con TEA para ejercer sus derechos, los cuales, no deben verse lastimados durante esta contingencia.