ECONOMÍA CIRCULAR U EMPLEO
Por Maria Luz Díaz
Docente y consultora ambiental de Cerem International Business School
La economía circular es un sistema económico destinado a minimizar el derroche y aprovechar al máximo los recursos. En un sistema circular, la verderización, la entrada de recursos y el derroche, las emisiones y las fugas de energía se minimizan al ralentizar, cerrar y reducir los bucles de energía y materiales.
La economía circular puede abarcar un amplio alcance. Los hallazgos acerca de economía circular y empleo muestran que los investigadores se han centrado en diferentes áreas, como las aplicaciones industriales, con prácticas y políticas orientadas a los productos para comprender mejor sus limitaciones, manifestó Maria Luz Díaz, docente y consultora ambiental Cerem International Business School.
Los modelos de negocios circulares se pueden definir como modelos de negocios que están cerrando, estrechando, desacelerando, intensificando y desmaterializando los bucles, para minimizar la entrada de recursos y la pérdida de desechos y emisiones del sistema organizativo. Comprende medidas de reciclaje (cierre), mejoras de eficiencia (reducción), extensiones de fase de uso (ralentización), una fase de uso más intensa (intensificación) y la sustitución de productos por soluciones de software (desmaterialización). Estos cinco enfoques de los bucles de recursos también pueden considerarse estrategias genéricas o arquetipos de la innovación del modelo de negocio circular.
Los modelos de negocio circulares, como el modelo económico en términos más generales, pueden tener diferentes énfasis y objetivos, por ejemplo: extender la vida útil de los materiales y productos, cuando sea posible a lo largo de múltiples «ciclos de uso»; usar un enfoque de «desperdicio = alimento» para ayudar a recuperar materiales, y asegurarse de que los materiales biológicos devueltos a la tierra sean benignos, no tóxicos; retener la energía integrada, el agua y otras entradas del proceso en el producto y el material durante el mayor tiempo posible así como:
– Usar enfoques de pensamiento sistémico en el diseño de soluciones.
– Regenerar o al menos conservar la naturaleza y los sistemas vivos; presionar por políticas, impuestos y mecanismos de mercado que fomenten la administración de productos, por ejemplo, las regulaciones de «quien contamina paga» o la descarbonización y empleo de productos ecológicos.
En definitiva, la importancia que en la actualidad se da a la economía circular reside en el protagonismo que, de forma creciente, tiene la protección del medio ambiente. Supone un nuevo modelo productivo que se basa en la reutilización de recursos para promover un estilo de vida más saludable y respetuoso con el entorno que nos rodea.