CAMINO A LA ESCUELA, CAMINO AL FUTURO
Por Maria Luz Díaz
Docente y consultora ambiental de Cerem International Business School
¿Cuándo se debe empezar a educar a los escolares? ¿Al llegar al aula del colegio o al salir de casa? Una nueva corriente educacional pone el énfasis en la segunda opción. Sobre todo, cuando se trata de la educación ambiental, el civismo y la convivencia. La movilidad en la infancia, enseñada con criterios sostenibles, generará adultos que respeten el medio ambiente además ser un modo de trasladarse por la ciudad sin contaminar.
Cada vez es más necesaria una completa educación ambiental y esto supone enseñar a los más pequeños a respetar el planeta desde cualquier ámbito de su vida. En este sentido, la movilidad urbana es una acción que acompaña a los ciudadanos durante toda su vida. Los escolares que se desplazan al colegio, cuando acaben sus estudios, se convertirán en trabajadores que tengan que ir a su centro de trabajo. Por tanto, una movilidad no contaminante que evite la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) es imprescindible para un futuro sin malos humos, manifestó Maria Luz Díaz, docente y consultora ambiental Cerem International Business School.
Pero no se trata solo de potenciar la conciencia ecológica, sino también un tema directamente relacionado: la educación para la salud. Ir caminando o en bici a la escuela no solo promueve un aire más respirable, sino que también genera el hábito de no depender del coche o la moto (ni siquiera del trasnporte público) para desplazarse y hacer así ejercicio físico, cuidando la salud.
Un paisaje urbano en el que se vean, por la mañana y por la tarde, cuando salgan de la escuela, a niños caminando hacia o desde el colegio, es el primer y esencial paso para crear ciudades sostenibles en los próximos años. El cambio de mentalidad en la juventud es patente. No en vano, es su futuro lo que está en juego. Reclaman un aire más puro y una lucha efectiva y sin excusas contra los terribles efectos del cambio climático.
El proyecto STARS (Sustainable Travel Accreditation and Recognition for Schools, Acreditación y Reconocimiento de Desplazamientos Sostenibles para Colegios) es un proyecto europeo con un objetivo común: incrementar el uso de la bicicleta de los alumnos en sus desplazamientos a o desde la escuela.
El Ayuntamiento de Madrid se adhirió al proyecto STARS en 2013 y en 2016, lo que demuestra que hasta las ciudades que soportan un mayor volumen de coches y atascos, si hay voluntad política, pueden promover este tipo de acciones con el objetivo de cambiar, a medio y largo plazo, la mentalidad de sus habitantes.
Promover el desplazamiento al colegio a pie o en bicicleta tiene ventajas inmediatas y futuras. Los niños y niñas son los que antes y más se benefician, pero toda la comunidad resultará favorecida por la medida. Y, sobre todo, se estará plantando la semilla que llevará a un futuro de ciudades para caminar, libres de humos y donde se fomenta la convivencia y el respeto entre los ciudadanos.